viernes, 22 de junio de 2012

LOS ORIGENES DE NUESTRAS FERIAS


LOS ORIGENES DE NUESTRAS FERIAS    

por Juan Moreno Castro      

           A continuación presentamos el artículo original sobre el origen de nuestras ferias del que se extrajo el resumen publicado en el Programa de la Feria de Primavera de este año. Lo publicamos en esta revista para darlo a conocer integramente a los curiosos e interesados en nuestra historia.   

Desde el pasado siglo Paterna viene celebrando dos ferias cada año, una en primavera y otra en septiembre. Ambas tienen su origen como ferias de ganados, principales medios para intercambiar productos, en su mayoría agrícolas y ganaderos, entre las comarcas y pueblos de la provincia; y de esta forma aliviar en algo la precaria situación económica de los paterneros, dedicados en su mayoría a la agricultura y ganadería, unos como pequeños propietarios o arrendatarios y otros como jornaleros.



FERIA DE SEPTIEMBRE
 
     Es de las ferias de ganados mas antiguas de la provincia de Cádiz, junto con las de Alcalá de los Gazúles (1830), Medina Sidonia (1842) y Puerto Real (1843). Por Real Orden de 2 de Agosto de 1839, S.M. la Regente María Cristina concede a la Villa de Paterna la gracia de celebrar una feria anual de ganados los días 13, 14 y 15 de Septiembre, siendo alcalde D. Bartolomé Chacón Moreno.

     El lugar designado para tal evento es la Plaza y Calle Real, dada su situación, centro y eje de la vida local, y su proximidad a los aguaderos (pozos  y fuentes concejiles: Pozo Medina, Fuentes de la Negra y de la Cabra, Pozo de Cañada Honda), imprescindibles como abrevadero de los ganados concurrentes a la feria. No solo se negocia y trata con ganados, sino que también se comercializan todo tipo de productos, principalmente agrícola-ganaderos, aunque también tienen cabida los géneros extranjeros.

     Coincidía esta feria con el término de las labores de recolección en el campo, trasladándose los campesinos al pueblo para realizar las transacciones de ganado y especies agrícolas convenientes, vistiendo su mejores galas y reuniéndose con amigos y familiares, con lo que también cumplía una importante función social y cultural. Era una buena ocasión para la relación entre las gentes aisladas de los campos.

El Ayuntamiento era el encargado de la organización de la Feria de Ganados, nombrándose  comisionados entre los concejales para señalamiento de los puestos del mercado, colocación de ganados, labores de policía y buen orden durante los tres días, recaudación de impuestos, cuidar los aguaderos y pastos para los ganados, etc.  

En las semanas previas a la celebración de la feria el Ayuntamiento procedía a la reparación y limpieza de los pozos y fuentes del común destinados a abrevaderos, no permitiéndose en épocas de sequía que bebiesen los ganados del pueblo en dichos aguaderos las jornadas precedentes al 13 de Septiembre. También se señalaba un lugar para pastar el ganado que acudía a la feria en terrenos del común, habitualmente Cortegana; se acondicionaba el empedrado de la calle Real y allanaba la Plaza para la
colocación de los puestos; se acondicionaban los caminos que entraban en el
pueblo para el mejor tránsito de los carruajes que afluyen a Paterna en estos días, y se le da publicidad mediante la publicación anual en el Calendario del Real Observatorio de San Fernando, anuncios por los pueblos de la provincia, e incluso publicidad en la prensa de Cádiz, Sevilla y Madrid, lo que nos da idea de la importancia que llegó a alcanzar.



     Hay que señalar que la feria coincidía con el término de la temporada de baños de los Balnearios de Paterna y Gigonza, lo que favorecía una mayor concurrencia y éxito comercial.

     En 1874 el mercado y feria de ganados es trasladado por el Ayuntamiento al lugar denominado "El Real", al poniente de la población, también llamado "LLano de San Sebastian", aduciéndose las ventajosas condiciones que reúne. Si embargo al siguiente año, el nuevo gobierno municipal restablece el mercado de ganados a la Plaza y calle Real, donde desde su creación siempre estuvo situado. Hubo otro intento de volver a trasladarla en 1886 al Llano de San Sebastian, lugar designado para la Feria de Abril un año antes, pero no resultó.

     A partir de 1887 la comisión encargada de la organización de la feria es autorizada para adoptar cuantas medidas crean conducentes a dar mayor realce a la feria favoreciendo la concurrencia, contratándose la banda de música de Medina Sidonia para amenizar los tres días, organizándose carreras de cintas y disponiéndose un alumbrado especial para los músicos. Empieza a adquirir desde entonces un carácter festivo y lúdico, no solo comercial, aumentando cada año el número de festejos y actividades programadas conducentes a distraer a los concurrentes.

     En 1908 a petición de numerosos vecinos de la población y ganaderos y tratantes de otras localidades, en vista de la simultaneidad con la Feria de Ganados de Jerez, la Feria de Septiembre de Paterna  es trasladada a los días 10, 11 y 12 del mismo mes. El traslado tuvo un efecto positivo pues esta feria de 1908  destacó por "la animación notada, la gran afluencia de forasteros y las numerosas transacciones realizadas, no desmereciendo la justa fama alcanzada en épocas anteriores".

Con el desarrollo de las comunicaciones y la creciente variedad de productos, el carácter mercantil y transaccional de las ferias va desapareciendo, adquiriendo cada vez mayor importancia el aspecto festivo, hasta llegar a nuestros días en que las ferias solo son para divertirse, quedando en algunos pueblos la anunciada feria de ganados como una feria de muestras, de exhibición de prestigio, en la que se premian a los mejores especímenes.



     Nuestra Feria de Septiembre, antaño importante por la afluencia de forasteros y las numerosas transacciones realizadas, ha ido declinando poco a poco hasta nuestros días en que se ha conservado en forma de Velada, cumpliéndose en la próxima edición 157 años de historia.

 
FERIA DE PRIMAVERA

      Esta es más reciente, pero no por ello  dejar de ser antigua, pues data también  del siglo pasado. Hasta 1853 la concesión de ferias y mercados correspondía a la Corona, y no podía ninguna de esta reuniones celebrarse si Real licencia. Por Real Decreto del 28 de Septiembre de 1853 los ayuntamientos tienen facultad para establecer, suprimir o trasladar ferias y mercados sin necesidad de autorización del Gobierno, pero sí previo consentimiento del gobernador de la provincia. Es así, que en Paterna, dado el éxito mercantil y los buenos resultados económicos de la Feria de Ganados de Septiembre, el vecindario solicite una segunda feria para el interés general de la población. El 14 de Marzo de 1885 el Ayuntamiento Constitucional en sesión ordinaria y bajo la presidencia del Sr. Alcalde, D. Esteban Alvarez y Alvarez, acuerda unánimemente la creación de una segunda feria o mercado de ganados los días 25, 26 y 27 de Abril de cada año. Se acuerda así mismo que se establezca para su celebración en el LLano de San Sebastian; que se arreglen los caminos que conducen hasta Paterna, especialmente el que conecta con la dehesa Cortegana, lugar destinado para pastoreo y dormida de los ganados concurrentes a la feria; que se guarden sus pastos, prohibiéndose la entrada de todo tipo de ganados desde primero de Marzo hasta el 28 de Abril de cada año, y que se pongan anuncios en el Boletín Oficial de la Provincia, en los periódicos y se distribuyan 500 ejemplares en todas las poblaciones de la provincia y las limítrofes a ella. 



     Tres años más tarde, en 1888, esta feria de Abril es trasladada a los días 13, 14 y 15 de Mayo, por no responder a las expectativas esperadas, puesto que se encontraba muy próxima a otras ferias de mayor importancia. Desde entonces también se celebran paralelamente festejos al igual que en la feria de Septiembre. Un año después es de nuevo trasladada a los días 7, 8 y 9 de Mayo, siendo desplazada una vez más en 1908 a los días 11, 12 y 13 de Mayo, por coincidir con la de Medina, que este año cambiaba su fecha por simultanear también con otras ferias.

Ya en este siglo, los festejos organizados para la diversión de los concurrentes a las ferias (carreras de cintas a caballo, alumbrado especial, banda de músicos, encierros y suelta de toros, etc) toman mayor importancia y son objeto de una mayor atención, dándoseles  publicidad en la prensa y editándose carteles y anuncios con las actividades programadas. Sin embargo los festejos tenían que ajustarse a la escasez de recursos económicos de que disponía el Ayuntamiento, siempre con un erario público en precaria situación.

     Esta Feria de Primavera, celebrada actualmente a mediados de Junio, al igual que ocurrió con todas las ferias, fue declinando en su carácter comercial y cobrando importancia en su carácter festivo, adquiriendo con el tiempo mayor importancia que la de Septiembre. Hoy en día lo mas característico de nuestra Feria de Primavera son los Encierros Callejeros,
recuperándose en los últimos años el traslado a caballo de las reses bravas desde el campo hasta el pueblo como se hacía en el pasado.

     No se sabe con exactitud el origen de los encierros y suelta de toros en las calles durante la Feria de Primavera, aunque los mas ancianos la recuerdan desde siempre. Paterna ya tenía tradición en la celebración de corridas de toros, así en 1828 obtiene Real permiso para celebrar 20 corridas de novillos en la Plaza Real con el fin de invertir los beneficios en la reparación de la Iglesia Parroquial Ntra. Sra. de la Inhiesta, que se hallaba amenazada de ruina. Los empresarios que llevaran a cabo las 20 corridas serán José Gallo, Juan Calero, Antonio Leal y Francisco Moreno Blandino, vecinos hacendados de Paterna, que construirán  para tal fin una plaza portátil de madera. Las actas capitulares recogen en 1875  otra función pública de toros en la Plaza Constitución ordenándose se tapen los huecos para tal motivo.

     Vemos pues que las corridas de toros debieron ser frecuentes en la Plaza Constitución, siendo traídos a caballo desde las dehesas hasta el pueblo. Podemos suponer que, siendo la suelta de toros en la plaza y calle Real todo un aliciente para atraer a un gran número personas al pueblo, la comisión de festejos decidió introducir este tipo de diversión en la feria de primavera, la cual permanecería hasta nuestros días.  

     Las ferias de Paterna no tuvieron solo en contra los frecuentes problemas económicos. Así, a Alcalá, que gozaba de una feria en Mayo desde 1830, se le concede otra feria a celebrar los días 12, 13 y 14 de
Septiembre, con el consiguiente perjuicio para la Feria de Ganados de Paterna que se celebraba los días 13, 14 y 15 del mismo mes, viendo los paterneros un intención maliciosa por parte de Alcalá, con el largo pleito sobre la mancomunidad de pastos de fondo. A pesar de las protestas al Gobernador, e incluso a la Corona, Alcalá siguió celebrando su feria en dicha fecha. No será la única vez que Alcalá interfiera, pues en 1888
pretende trasladar su feria de Mayo a Abril, mes en que se celebraba la de Paterna. Tuvieron otros problemas de diversa índole las ferias de Paterna como: las frecuentes sequías, epidemia de cólera en 1884, cambios políticos en el país, guerras, epidemias entre los ganados, etc.


      En este 111  aniversario de la Feria de Primavera, surgen nuevos obstáculos que hacen peligran los típicos y tradicionales encierros callejeros, festejo identificativo de nuestra feria en la provincia. La proliferación de este tipo de festejos  en muchos pueblos sin ninguna tradición, la peligrosidad de los mismos y el maltrato de las reses, ha hecho que las autoridades gubernamentales dicten normativas muy estrictas al respecto. Sin embargo, la antigüedad de la fiesta en Paterna, su gran arraigo popular y el civismo demostrado por los mozos hasta la fecha con las reses, junto con las medidas tomadas por las autoridades municipales en cumplimiento de las actuales leyes, auguran una larga existencia a nuestros típicos encierros callejeros.


Revista nº 21 El Alcaucil (1996)     Juan Moreno Castro